Un nuevo estudio revela que la separación de los padres durante la infancia podría tener efectos duraderos en la salud neurológica de las personas, aumentando la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular en la tercera edad. Investigadores de la Universidad de Toronto, la Universidad de Texas y la Universidad de Tyndale llevaron a cabo un análisis de datos de 13,000 estadounidenses, cuyos hallazgos fueron publicados en la revista PLOS One.
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Hasta ahora, la ciencia médica ha identificado varios factores de riesgo asociados al deterioro de la salud neurológica, como la diabetes, la depresión y el estrés elevado. Sin embargo, se había prestado poca atención a cómo la separación parental en la infancia podría influir en la salud a largo plazo.
Según el estudio, aproximadamente una de cada nueve personas que experimentaron la separación de sus padres en la infancia podría presentar un accidente cerebrovascular en la tercera edad, en comparación con una de cada 15 personas que no vivieron esta situación.
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Aunque los investigadores aún no han determinado una explicación clara para esta relación, sugieren que el estrés experimentado a una edad temprana podría ser un factor clave. El análisis mantuvo su validez incluso al excluir datos de personas con otros factores de riesgo, lo que refuerza la consistencia de los hallazgos.
