A pesar de los avances en tecnología de autenticación, el uso de contraseñas sigue siendo el método predominante para proteger nuestras cuentas en línea. Sin embargo, la negligencia al elegir nuestras contraseñas continúa siendo un problema crítico en el campo de la ciberseguridad. Recientemente, se ha emitido una alerta que destaca la vulnerabilidad de las contraseñas más utilizadas en 2024, las cuales son tan débiles que pueden ser hackeadas en cuestión de segundos.
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Investigadores de la empresa de ciberseguridad anyIP, en colaboración con NordPass, han revelado datos alarmantes. Contraseñas como ‘password’, ‘123456′ y ‘qwerty123′ se encuentran entre las más utilizadas y, al mismo tiempo, las más hackeables. Estas contraseñas, aunque fáciles de recordar, son prácticamente una invitación abierta para los ciberatacantes. Por ejemplo, las secuencias numéricas como ‘123456′ y ‘123456789′ son un blanco fácil para herramientas automatizadas de hackeo. Igualmente, ‘password’ sigue ocupando los primeros lugares en países como Estados Unidos, Reino Unido y Australia, a pesar de ser una opción genérica y vulnerable.
El cofundador de anyIP, Khaled Bentoumi, advierte que “usar contraseñas débiles es equivalente a dejar la puerta principal de su casa sin cerrar con llave”. En un mundo donde los ataques cibernéticos son cada vez más sofisticados, la falta de precaución puede resultar desastrosa.
Ante esta vulnerabilidad, la industria tecnológica ha comenzado a promover el uso de passkeys, una alternativa más segura y eficiente. Estas claves de acceso son generadas de forma aleatoria y única para cada servicio, ofreciendo múltiples ventajas sobre las contraseñas convencionales.
Las passkeys son casi imposibles de adivinar o interceptar, ya que no se comparten durante el proceso de autenticación. Además, inician sesión en un promedio de 8 segundos, en contraste con el tiempo que puede tomar un inicio de sesión tradicional, que puede llegar a ser de hasta 69 segundos.
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No obstante, la transición a esta tecnología enfrenta obstáculos como la compatibilidad entre dispositivos y el miedo a perder acceso debido a fallos técnicos.
Entonces, ¿qué puede hacer para protegerse hoy? Aunque las passkeys representan el futuro de la autenticación, la mayoría de los usuarios aún depende de contraseñas. Por ello, es fundamental adoptar prácticas de seguridad robustas como por ejemplo:
- Utilice un gestor de contraseñas: Estas herramientas generan contraseñas aleatorias, complejas y únicas para cada cuenta, minimizando el riesgo de hackeo.
- Evite reutilizar contraseñas: Cada cuenta debe tener su propia contraseña única para evitar comprometer múltiples servicios en caso de ataque.
- Active la autenticación en dos pasos (2FA): Este nivel adicional de seguridad reduce significativamente el riesgo de accesos no autorizados.
- Revise las contraseñas comprometidas: Consulte listas de contraseñas vulnerables y cámbielas de inmediato si coinciden con alguna que utilice.