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En la era digital actual, casi todos los celulares incorporan la función “modo oscuro”, una configuración que transforma la interfaz a tonos oscuros, principalmente negros, reduciendo significativamente el brillo que perciben nuestros ojos.

Esta función, cada vez más popular entre los usuarios, presenta ventajas notables como la disminución de la fatiga ocular y un considerable ahorro de batería, especialmente en dispositivos con pantallas OLED o AMOLED. En estos casos, los píxeles se apagan completamente al mostrar negro, generando el característico “negro profundo” y optimizando el consumo energético.

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Para activar esta función en dispositivos Android, basta con acceder a “Configuración” y seleccionar el tema oscuro. Sin embargo, no todas las aplicaciones son compatibles con este modo, dependiendo del sistema operativo y modelo del teléfono.

Es importante destacar que el modo oscuro no es recomendable en todas las situaciones. Mientras resulta beneficioso en ambientes con poca iluminación, como durante la noche, puede dificultar la legibilidad en entornos muy iluminados. En estos casos, el modo claro ofrece mejor visibilidad y menor esfuerzo visual.

Muchos dispositivos permiten la configuración automática, adaptando el brillo según las condiciones lumínicas del entorno. Este ajuste inteligente funciona tanto en exteriores con luz natural como en interiores cuando se reducen las fuentes de iluminación.

El impacto del modo oscuro varía según el tipo de pantalla. En las pantallas LCD, más económicas y comunes, el efecto sobre la salud visual es limitado. Por otro lado, las pantallas OLED o AMOLED maximizan los beneficios de este modo gracias a su tecnología superior.

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Los especialistas recomiendan alternar inteligentemente entre ambos modos según las condiciones lumínicas y evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, independientemente del modo seleccionado, para favorecer un descanso adecuado.