La Navidad, época de amor, paz y reconciliación es además la fuente de inspiración de muchas personas a las que por esta temporada el ingenio y la creatividad le brotan por sus poros.
De eso puede dar fe el maestro de construcción Róber Rafael Cuello Romero, quien en su natal municipio de San Pedro se dio a la tarea no solo de pulir y embellecer casas sino también de fabricar imágenes religiosas de gran tamaño que hoy conforman el pesebre que adorna el barrio El Rosal, donde reside.
En esta actividad admirada por todos, Róber invirtió el tiempo que le quedaba libre dentro de sus jornadas laborales diarias, por eso no era extraño verlo en las noches en su casa realizando las figuras en compañía de amigos y vecinos. En esta bella causa también se hicieron partícipes los niños que eran los más felices con esta iniciativa de la que ya en San Pedro hay renombre.
El pesebre fue instalado hace tres días, pero desde el pasado viernes 6 de diciembre lo finalizaron, pues ese día le dieron los últimos retoques a las imágenes elaboradas con material reciclable, en especial cartón y papel.
Róber le contó a este medio que la construcción de estas figuras para el pesebre del barrio no le costó mucho trabajo, pues es una labor que le gusta y que aprendió desde sus años de estudio escolar cuando veía una asignatura denominada trabajos manuales.
Recuerda que en esa área era un alumno destacado y hoy con nostalgia recuerda que por pertenecer a una familia numerosa no pudo culminar sus estudios y profesionalizarse en lo que más le gusta que es la construcción.
'Mi familia era muy grande, éramos muchos hijos y yo solo pude estudiar hasta segundo de bachillerato porque debía trabajar para ayudar en el sustento de la casa', anotó Róber.
Pese a ello y aunque nunca ha realizado cursos ni talleres sobre manualidades, Róber posee un talento innato reconocido por todos sus conocidos en San Pedro.
El pesebre del barrio El Rosal está elaborado con material reciclable, Róber y su familia al igual que algunos vecinos se dieron a la tarea de guardar muchos materiales, la misión de él fue conservar las bolsas de cemento de las construcciones en la que él labora y dirige a la vez, mientras que los demás reciclaron trozos de madera, varillas, tablas, listones, clavos y alambre, entre otros.
¿Cómo nació la idea del pesebre?
Contar con un pesebre en el barrio El Rosal de San Pedro es una idea que rondaba en la cabeza de Róber Cuello desde hace 17 años cuando por primera vez construyó unas figuras pequeñas y para ese entonces uno de sus dos hijos, que estaba recién nacido, hizo las veces del Niño Dios.
Eso le gustó mucho a los ciudadanos, que realizaron un concurso de pesebres y en el barrio ganamos con ese por ser el mejor.
Este año Róber quiso revivir eso y para ello pidió la ayuda de los miembros de la Junta de Acción Comunal, a los que les encomendó la labor de forrar las figuras que él elaboraría, tarea que todos aceptaron con gusto y a la que hasta los miembros de la tercera edad se unieron.
Cuatro o cinco horas demoraron forrando cada una de las imágenes, entre ellos un burro, y la meta, que era lucir el pesebre el 7 de diciembre, se les cumplió.
'Las imágenes tienen un tamaño normal, por ejemplo el burro puede conmigo que peso 85 kilos', dijo Róber, el constructor de figuras.
Pero no solo con este pesebre se ven las obras de arte del maestro de construcción, también ha elaborado caimanes para lucir en los carnavales, carrozas y hasta una chiva rumbera. Además elabora decoraciones para cumpleaños, pero aun así continúa con su oficio de la albañilería, pues lo otro es un hobby.