El sacristán de la Catedral San Francisco de Asís además de los menesteres propios de su oficio como colaborador de la iglesia, cada día tiene que revestirse de humildad y emprender un oficio que muy pocos desearían realizar.
Desde hace varios meses es el encargado de limpiar el templete tapizado de orín y excremento fresco que debe ser sorteado por los feligreses que desde muy temprano van en busca de un encuentro íntimo con el Señor.
El caso fue denunciado anteayer en la misa de 5:00 de la tarde por el vicario general de la Diócesis de Sincelejo y párroco de la Catedral, Adalberto Sierra Severiche.
Esta situación no solo causa un mal aspecto para los que ingresan al templo sino que ha incrementado los gastos en la iglesia, han tenido que incluir en las compras un bulto de cal y un litro de creolina para apaciguar el mal olor, en lo que invierten cerca de 20 mil pesos.
'A mí me da vergüenza encontrar al sacristán por las mañanas lavando excrementos, porque el olor es insoportable y nos da pena que la gente que viene a misa tenga que percibirlo', dijo el Vicario.
Aseguró que con las pasadas fiestas del 20 de Enero esta práctica se incrementó y aunque muchos le han sugerido que le coloque rejas a la Catedral considera que no es la solución, 'porque dejan de orinar en las afueras del templo para hacerlo en la terraza de la casa de cualquiera de nosotros, eso sería trasladar el problema'.
Para el vicario hay que apostarle a la cultura ciudadana, 'nos está haciendo falta pensar en grande la ciudad'.
Juan Carrascal López, feligrés, dijo que deberían hacer una campaña agresiva para evitar estos actos de falta de cultura, porque no se trata de cualquier casa, es la de Dios.
A esta problemática se le suma la presencia de trabajadoras sexuales, muchas de ellas, se ubican en el atrio a esperar a su clientela. 'Es una casa de citas al aire libre, las trabajadoras sexuales tienen su dominio sobre el lado que colinda con el Parque Santander y allí hacen sus contratos, gracias a Dios todavía no se han metido a la catedral para celebrar la consumación del contrato', acotó el sacerdote.
A finales del mes de abril del año pasado la Alcaldía de Sincelejo les ofreció una alternativa diferente de vida a 43 trabajadoras sexuales que se ubican en el Parque Santander; durante 2 meses hicieron cursos de culinaria y belleza, además les entregaron un subsidio de 500 mil pesos, pero poco tiempo después volvieron a sus actividades porque, según ellas, el dinero no fue suficiente y sus gastos eran cada vez mayores.