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El Balay, el toro más famoso de la fiesta brava criolla y que inspiró una canción que lleva por título su nombre, engalanó las corralejas de la plaza de El Paraíso.

Los niños y jóvenes manipulaban unos viejos cachos, nada parecidos a los afilados de El Balay, pero con los que le rindieron un homenaje.

Improvisadas, pero animadas, estas corralejas barriales se celebraron el 19 y 20 de enero ante la falta de eventos taurinos en la monumental plaza Toro Bravo, afirmó Germán Martínez Herrera, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio El Paraíso - Puerta Roja.

Aunque debutaba como organizador junto con algunos vecinos, la tarde taurina resultó cual un 20 de enero en sus mejores tiempos: abarrotada de espectadores.

Ni Belisario Vergara, quien desde hace décadas se disfraza de mujer en la corralejas, se perdió el espectáculo y mostró sus mejores jugadas con el 'toro', que a diferencia de los de las grandes plazas nunca lo hirió.

Otro protagonista de la particular faena fue José Bohórquez, quien con banderillas en mano y sin considerarse profesional en este oficio, llegó para prepararse para las corralejas, pero las de verdad.

Pero Jeison Paternina fue sin duda el personaje principal. Durante dos tardes seguidas tuvo expectante al público al agarrar con la agresividad propia de un astado los cachos de El Balay.

'Llevo varios heridos y muertos, pero de mentiras. La idea es divertirse y lograr que esta tradición nunca muera', resume con gracia.

Estas corralejas fueron a la imagen y semejanza de las celebradas anualmente en las Fiestas del 20 de Enero en Sincelejo. Había recámaras, presumidos lanzando desde los 'palcos' dinero a los manteros, banderilleros y maromeros, así como música, ron y bandas de viento.

Ayer el alcalde Jairo Fernández Quessep anunció que tal como ocurrió este año no autorizará las corralejas del 20 de Enero en 2015.