Los indígenas del resguardo Chinchelejo dicen que no van a permitir que las obras de la doble calzada Sincelejo-Golfo de Morrosquillo sigan interviniendo el sector Sierra Flor, a 600 metros de la vía, porque es territorio sagrado para la etnia.
'Es un territorio ancestral, nos lo dejaron nuestros antepasados', asegura el cacique Alfonso Santos, quien lidera la parálisis de las obras que contemplan 18 kilómetros.
Añade que conocieron un documento de la Agencia Nacional de Minería que muestra que Autopistas de la Sabana, a cargo de los trabajos, no tiene autorización para seguir explotando los terrenos declarados reserva forestal por el Plan de Ordenamiento Territorial vigente.
La protesta se inició después de que los indígenas conocieran un documento de la Agencia Nacional de Minería según el cual Autopistas de la Sabana no cuenta con 'ninguna autorización temporal para extraer material y utilizarlo en la construcción de la vía', en la que serán invertidos más de $40.000 millones.
Según los indígenas, en esos terrenos celebran sus rituales cada luna llena, 'es algo sagrado para nosotros y nos corresponde hacerlo. Este es escudo protector de Sincelejo porque aquí chocan los huracanes que vienen desde el mar, y si esto se llega a derrumbar, la ciudad lo va a recibir de frente', dijo.
Autopista de la Sabana respondió que la concesión cuenta con los permisos necesarios para la obra.