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'Estamos desesperados porque el agua sigue bajando, el río San Jorge se cruza a pie y no hay pesca’o', relata Robert Waner, cuando intentaba de manera fallida iniciar su faena.

Su situación es la misma de centenares de pescadores de las subregiones del San Jorge y la Mojana, que, a causa de la sequía, han tenido que desplazarse a otras poblaciones en busca de mejores oportunidades de trabajo.

En San Marcos el nivel de las ciénagas ha bajado de manera acelerada, lo mismo que el río San Jorge y muchos de sus caños.

'Era hermoso ver el río lleno y los pescadores en su faena. Ahora es un solo playón con muchos animales muertos por falta de agua y oxígeno', sostiene.

La crisis pesquera había sido advertida por comerciantes del Mercado Público de Sincelejo que se surtían de estas subregiones y que ahora dependen de la producción proveniente de Argentina y Venezuela. El bocachico, una de las especies más apetecidas, es traída de Arauca.

'La Mojana y el San Jorge están secos, y lo único que llega es tilapia, pero como una o dos toneladas a la semana, y no es constante', cuenta Álex Montes, comerciante.

La problemática no afecta solo al sector laboral y alimenticio, sino al transporte, pues en Sucre (Sucre), bañado por el caño Mojana, la navegabilidad es casi nula y las vías están agrietadas, lo que aumenta el precio del pasaje y el tiempo de viaje.

El lanchero Néstor Chiquillo asegura que la situación del caño es crítica porque hay partes donde el cauce mide un metro y en otras 50 centímetros, y hay mucha sedimentación debido a la baja en los niveles del río.

La Oficina de Gestión del Riesgo en Sucre informó que los niveles del río Cauca, el San Jorge y algunos caños registran un descenso de hasta el 60 %, mientras que una década atrás había inundaciones.

Édgar Martínez, gobernador de Sucre, declaró hace una semana la calamidad pública a causa de la crisis en el campo y el agro por la intensa sequía.