Compartir:

Los líos están a la orden del día en la Caja de Compensación Familiar de Sucre (Comfasucre), intervenida desde abril del 2014 por la Superintendencia del Subsidio Familiar. Lo primero en conocerse fue un fraude por más de 450 millones de pesos que ocurrió, al parecer, entre 2013 y 2014, luego de que privaran del subsidio a unos usuarios mediante el cambio de sus nombres.

En noviembre del 2015 fueron capturados nueve presuntos estafadores, algunos trabajadores de Comfasucre, que operaban presuntamente mediante el cobro de subsidios a los que no tenían derecho.

Después de ese episodio que minó aún más la imagen de la institución, el silencio de las cabezas visibles de la Caja fue casi total, hasta que la semana pasada Érika Ahumada, su directora encargada, reveló que en octubre del año pasado habían sido detectados 23 mil pagos de subsidios al mismo número de usuarios inexistentes.

El fraude fue descubierto tras un cruce de datos con el Fosyga y Compensar. Estos pagos fueron suspendidos desde ese mismo mes. El monto mensual desde hace siete años fue de 789 millones de pesos.

'Lo suspendimos y nadie vino a reclamar, que es lo más lógico porque se dejó de pagar un dinero. Hicimos un plan de contingencia y contratamos a 35 trabajadores para atender las reclamaciones, y hasta la fecha no ha llegado ninguna, y no lo van a hacer porque esos beneficiarios no existen', explicó Ahumada.

La directora señaló que no puede denunciar de manera formal este hallazgo porque no tienen garantías, esto lo haría la Superintendencia.

'Pedí protección especial, me mudé de casa, sufrí amenazas y lo denuncié, pero por no ser funcionaria, sino interventora, me negaron la protección. Siempre estoy sola', sentenció.