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El Plan de Desarrollo 'Sucre Progresa en Paz' 2016-2019 está conformado por 16 estrategias, 57 programas, objetivos y proyectos encaminados a disminuir la brecha social que hoy tiene en la pobreza a un alto porcentaje de la sociedad sucreña.

Fueron necesarias para su elaboración 12 mesas de trabajo subregionales organizadas con la sociedad civil, gremios, corporaciones autónomas, entes de control, jóvenes, población vulnerable y de minorías étnicas, para que quedara un producto que diera solución a todas las necesidades de la población sucreña.

Su costo supera los 3 billones 400 mil millones de pesos, de los cuales el 65% se destinará a educación, salud y vivienda, sectores de suma importancia para el gobernador Édgar Martínez Romero.

Cuenta con 78 proyectos prioritarios relacionados con solución al desabastecimiento de agua, vías, generación de empleo, impulso a la productividad, innovación, cultura, deporte, entre otros.

El objetivo del Plan de Desarrollo es generar en Sucre un desarrollo productivo, competitivo y sostenible con acciones articuladas y contundentes de buen gobierno para la construcción de una paz que apunte efectivamente a la superación de la pobreza extrema, la inclusión social y la protección del medio ambiente.

'Precisamente, para progresar en paz es necesario ir también eliminando la corrupción gradualmente. Ni la paz ni el progreso se alcanzan con corrupción, pero tampoco son estallidos fulminantes de soluciones que en un abrir y cerrar de ojos van a depurar los vicios enquistados en el Gobierno. Progreso y paz son caminos por recorrer, trazados por y en el Plan de Desarrollo para encausar el quehacer diario de toda la Administración', dijo el gobernador Martínez Romero.

El Plan de Desarrollo fue formulado sobre la base de identificar, proponerse y superar, con la mayor objetividad posible, los obstáculos que suponen la existencia de factores estructurales hallados en el proceso de construcción colectiva, tales como una realidad territorial compleja, una capacidad institucional débil, un panorama financiero incierto y, lo más relevante, una comunidad que reclama vencer las condiciones materiales de atraso reflejado en niveles preocupantes de pobreza, exclusión, inseguridad y falta de oportunidades.

Los elementos arriba indicados representan el verdadero reto de Gobierno, que no es más que saldar la deuda social acumulada durante años en el departamento, y que exige, hoy día, asumir, como en efecto se comprometen a asumirlo, con todo el criterio, templanza y humildad, la enorme responsabilidad de liderar los destinos de los sucreños en los próximos cuatro años.