El comandante de la Policía en Sucre, coronel Julio Sánchez Molina, designó un grupo especial de la Sijín y la Sipol para que investigue la procedencia de las amenazas de muerte de que son víctimas ocho personas, entre ellos cuatro periodistas, dos de EL HERALDO – AL DÍA, quienes han denunciado los llamados carteles de los enfermos mentales y de fiscales.
Sánchez también designó a cuatro oficiales para que estén pendientes de que se cumplan las rondas de seguridad, tanto en las residencias como en los lugares de trabajo de los amenazados de los periodistas Laura Toscano y María Victoria Bustamante, de esta casa editorial, y de David Márquez y José Sarmiento, de Telenoticias.
Los líderes y veedores Humberto Amel, Francisco Ordóñez, Orlando Serpa y Hugo Sánchez también fueron amenazados.
Ante las amenazas, organizaciones periodísticas de Sucre y del país se solidarizaron con sus colegas, al tiempo que rechazan este nuevo ataque contra la libertad de prensa.
La Federación Colombiana de Periodistas, Fecolper, a través de su presidenta Adriana Hurtado, dijo que 'rechaza los mensajes amenazantes contra periodistas en el Caribe y solicita a la Fiscalía General investigar y judicializar a los responsables de los mensajes amenazantes contra periodistas; además, pide a la Unidad Nacional de Protección adelantar los trámites correspondientes para garantizar la vida e integridad de los comunicadores amenazados y estigmatizados'.
La Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos, Acord, Sucre, que preside el comunicador Gustavo Pérez, también rechazó las amenazas e instó a la ciudadanía a cerrar filas ante quienes quieren sembrar terror entre sus periodistas.
Igualmente, la organización social Hijos por la identidad, la justicia, contra el olvido y el silencio, de modo enérgico, repudió lo sucedido. 'Exigimos garantías para la libertad de expresión, la conservación de la vida y la movilidad, por eso invitamos a la Fiscalía General investigar quiénes son los del ‘Frente Sucre sin Sapos’ y a dar captura a quienes, por medio de panfletos, intimidan la labor periodística y amenazan a la ciudadanía a quedarse sin información'.