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El clamor de los docentes de Sucre esta vez se tomó las troncales y vías principales que comunican a Sincelejo, con el interior del país y la región costera.

En medio de la multitud y de manera silenciosa se hizo notar Maritza Ester Palacio Martínez, docente de la Institución Pío XII de Corozal, quien a pesar de no estar en un cacerolazo, decidió marchar con una olla de presión decorada con un letrero que decía: 'Hay que presionar al Gobierno'.

'Las amas de casa utilizamos la olla de presión para cocinar todos los alimentos que son duros y nosotros los docentes sentimos que este proceso de diálogo está duro con el Gobierno, no quiere ceder a nuestras peticiones que no son caprichos sino necesidades, debemos ablandarlo ', explicó Palacio.

Sostuvo que las marchas y otras formas de protesta sí tienen efectos y son una forma de presión que ha hecho eco en el Gobierno.

Palacio manifestó que esta olla es una estrategia de comunicación como muchas de las que aplican los docentes en las aulas de clases.

Pese al inclemente sol, más de cinco mil docentes salieron de tres puntos, confluyendo en las principales calles de la ciudad capital.