Árboles, líneas de conducción de energía y hasta postes de concreto derribados, además de casas destechadas y vías obstaculizadas dejaron los fuertes vientos huracanados que la madrugada de ayer azotaron gran parte del territorio sucreño.
Las mayores afectaciones las vivieron los pobladores de los municipios de Sincelejo, Sincé, El Roble, Corozal, Betulia, Sampués y los corregimientos de Berrugas y El Rincón del Mar, en San Onofre, donde los vientos soplaron con mayor intensidad y afectaron la prestación del servicio de energía.
Desde la 1:00 a.m. de ayer, cuando empezó el vendaval que estuvo acompañado de tormentas eléctricas, el servicio de energía colapsó y solo hasta el mediodía de ayer había sido restablecido por los operarios de Electricaribe, que desde las primeras horas del día empezaron a trabajar, al igual que los del Cuerpo de Bomberos Oficiales de Sincelejo que, tras la tormenta, a eso de las 3:00 de la mañana debieron salir a remover los árboles que cayeron sobre las vías y que afectaban la movilidad.