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Los gritos de auxilio desesperados de una de las empleadas del contralor Departamental, Miguel Arrázola Sáenz, evitaron que el robo en su residencia en el barrio Los Alpes fuera mayor.

El caso, que encendió las alarmas, se registró a las 11:45 de este jueves cuando dos hombres que llegaron en una moto y que tenían una cava de icopor, manifestaron que llevaban una encomienda para el doctor, por lo que las empleadas abrieron la puerta para recibirla.

En ese momento uno de los hombres ingresa al inmueble ubicado en la calle 25 con carrera 54ª, desenfunda un revólver y las intimida. El delincuente hizo subir a la mujer hasta la habitación principal de la vivienda donde comenzó a preguntar por la caja fuerte. Por fortuna una de las mujeres logra salir de la casa y empieza a pedir auxilio.

Los obreros de una construcción cercana acuden al llamado de la mujer y cuando los ladrones se percatan de que muchos van hacia la casa huyen en la motocicleta dejando abandonada la cava en la que supuestamente llevaban una encomienda. Se conoció que en la huida los sujetos se hurtaron un computador portátil.

Personal de varias especialidades de la Policía Nacional al enterarse de la situación llegaron a la casa del Contralor para apersonarse del caso.

Varias cámaras de seguridad en la zona fueron analizadas para identificar a los ladrones.

En el inmueble, al momento del hecho, solo estaban las dos empleadas. El Contralor quien llegó a su vivienda para enterarse de lo ocurrido no quiso referirse a este nuevo hecho de inseguridad que nuevamente afecta ese sector de la ciudad.

Hasta el sitio llegaron miembros de la Sijín que iniciaron las investigaciones para recolectar pistas que conduzcan al paradero de los delincuentes.