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Los pescadores y hoteleros del Golfo de Morrosquillo, en especial de Tolú y Coveñas, aún no se reponen del derrame de crudo que hubo hace más de dos años y por el que hay varias acciones judiciales en curso por montos millonarios, cuando se registra un accidente similar.

El viernes, desde la monoboya TLU2 que opera Ocensa, se produjo un derrame de petróleo en momentos en los que cargaban un buque.

Desde entonces Ocensa inició los procedimientos para recoger el crudo y hay alerta en la zona costera y con ello afectaciones al turismo y a los pescadores.