Las poncheras en el corregimiento de Berrugas, en San Onofre, están vacías y el pueblo a la espera del milagro bíblico de la multiplicación de los peces.
Desde hace cerca de un mes, cuando se produjo el derrame de crudo en Coveñas, las especies están escasas —casi desaparecidas— a causa de la contaminación que provocó la emergencia.
Los medregales, viejaloras, bonitos, cojinúas y mariscos que adornaban vistosamente las palanganas de las vendedoras son solo un recuerdo y los berrugueros lo atribuyen al daño que causó en el ecosistema el vertimiento de petróleo.
Lo peor no es eso, sino que se sienten engañados por Ocensa, quien hizo un censo para brindarles ayuda y hasta el sol de hoy no han vuelto a sus playas.
Madalina Blanco Berrío, presidenta de Asocoginúa, manifestó que cada vendedora está perdiendo cerca de $100.000 diarios, porque aun quedan secuelas del derrame, principalmente en los mangles que es donde habitan gran parte de los mariscos.
'Esta es nuestra fuente de ingreso y ahora no tenemos qué hacer, a eso se le suma que últimamente hay mar de leva y los hombres no pueden salir a pescar', explicó.
Asocoginúa está conformada por 36 mujeres que se encargan de la venta y comercialización de mariscos en la zona corregimiental y el casco urbano de San Onofre.
Esta es solo una de las problemáticas que afronta esa población, la erosión costera es otra, ha llegado hasta sus viviendas y los espolones se encuentran desgastados lo que hace peligroso el mar para los bañistas.
Lucy Tania Alvarado, habitante del corregimiento, confirma lo dicho por Blanco y recalca que no han recibido ninguna clase de indemnización por parte de la empresa petrolera.
Hace cerca de un mes sus actividades se encuentran paralizadas y no tienen otra opción porque las fuentes de trabajo son escazas.
'El mar se puede ver sin manchas, pero el daño está hecho porque el pescado se ha ido de la zona, los de la empresa vienen y limpian las playas pero el problema es el agua, ahí queda la afectación', dijo Alvarado.
Los habitantes consideran que las autoridades ambientales y marítimas han sido muy permisivas con las empresas petroleras porque es una problemática que ha sido recurrente, solo que desde hace 3 años para acá y por las grandes magnitudes del derrame, es que lo han denunciado a través de los medios.
'Ellos lo que hacen es venir acá, nos piden los nombres, dicen que nos van ayudar pero todo queda en nada, la historia se sigue repitiendo', manifestó Alvarado.