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La capital sucreña amaneció sin transporte público masivo de pasajeros porque los conductores entraron en cese de actividades debido a que les adeudan varios meses de salario y las primas de fin de año.

Unos 60 conductores de las busetas De Uno están apostados en las afueras de la empresa y solo las 35 busetas antiguas que están en calidad de provisionales son las que están moviendo a algunos pasajeros, pues los demás han optado por desplazarse, como lo hacen las mayorías desde hace 17 años, en motocicletas.

Los conductores, que temen la represalias que puedan tomar en su contra por paralizar sus labores, advierten además que la constante de la empresa Buses de Sincelejo, Sibus, es la de no pagar oportunamente a pesar de que todos los días están movilizando pasajeros.

Las directivas de Sibus, como siempre, guardan silencio ante este hecho, al tiempo que el alcalde de Sincelejo, Jacobo Quessep Espinosa, conminó a Sibus a resolver los inconvenientes que tiene con sus trabajadores y prestar el servicio de transporte al que se comprometió a través de un contrato de operación que les fue asignado.