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Bajo la coordinación de un funcionario de la Unidad Nacional de Atención y Prevención de Desastres opera en el perímetro urbano de Ayapel una sala de crisis para hacerle seguimiento con inmediatez a la alarma que se mantiene en el proyecto energético de Hidroituango por las crecientes del río Cauca, y que de complicarse podría reflejarse en calamidad en la zona rural de este municipio cordobés después de inundarse Nechí y una amplia zona de Bolívar.

La decisión la tomaron la Alcaldía de Ayapel y los organismos de socorro, al tiempo de retornar a sus lugares de origen a las 67 familias que la semana anterior fueron evacuadas por la amenaza del río San Jorge, cuyo torrente se mantiene en alerta roja, de acuerdo con el coordinador de la Defensa Civil en esa localidad, Saúl Bernal Donado.

'El municipio de Ayapel permanece en alerta amarilla, por eso se ordenó el retorno de las 67 familias a sus veredas y corregimientos, pero el río San Jorge sí se mantiene en alerta roja. Nosotros estamos al pie de los informes del Ideam, para conocer qué pasa con Hidroituango y cuál es la dinámica del San Jorge', explicó Bernal Donado.

La estrategia de Puesto de Mando Unificado (PMU) también fue instalado en Ayapel mientras se le hace seguimiento a la creciente del río Cauca y su paso por la sala de máquinas de Hidroituango, donde la tarde del sábado se presentó un desprendimiento de tierra en la plazoleta de compuertas.

La Alcaldía de Ayapel sostuvo que desde la sala de crisis los organismos humanitarios que hacen presencia en la localidad y los funcionarios de la administración están listos para apoyar cualquier eventualidad o emergencia que se presente con la situación de Hidroituango.