Los vendedores estacionarios que por más de 35 años se ubicaron a un costado de la Unidad Intermedia San Francisco de Asís, sobre la Calle 20, en el Centro de Sincelejo, desalojaron en la mañana de ayer esa zona.
Aunque lo hicieron por sus propios medios y a las buenas, no están de acuerdo con el lugar donde fueron reubicados, en la calle 18, porque a su juicio es un sector de poco comercio y solitario, lo que para ellos se traduce en pocas ventas y en atracos 'porque esta es una ciudad insegura, mientras que de aquí de donde nos echaron la misma gente nos cuidaba', dijo uno de los comerciantes.
Pese a que los propietarios de estas ventas de frutas, y refrescos y talleres de zapatería y joyería decidieron irse en la mañana de ayer, al lugar al que le fue recuperado el espacio público llegó la Policía de Tránsito, de la Vigilancia y del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), lo que no fue del agrado de los pequeños comerciantes que dejaron vencer la primera orden de desalojo por parte de una Inspección de Policía.
La soberbia de los pequeños comerciantes no dio pie para entrar en discusiones con las autoridades presentes, pero sí para descargarla a punta de martillo contra las paredes, listones de madera y el zinc que conformaban sus negocios.
'A estos negocios les pasó como a las corralejas, tan tradicionales y se acabaron', dijo Eduardo Mejía mientras retiraba el techo de lo que fue su negocio.
Los comerciantes de la calle 20 coincidieron en afirmar que por 35 años ocuparon un andén que es recuperado por la Alcaldía por ser espacio público, pero el lugar que les construyeron para reubicarlos está en un carril 'y a eso sí no lo llaman espacio público. Yo llevo 28 años aquí y no estoy de acuerdo con el sitio que nos dieron para trabajar porque eso es solo, muy pequeño e inseguro, a todo esto le tememos', dijo Julio Hernández Arroyo.
Con el desalojo de estas ventas y talleres la empresa Metrosabanas a través del contratista Centro Amable podrá terminar la construcción de los andenes en esa zona de Sincelejo.