Compartir:

La Corte Constitucional dejó en firme en días pasados todo lo relacionado con las corridas de toros y otras actividades con animales en el país. Ante esto, las corralejas que se desarrollan en la Región Caribe tienen vía libre para su realización.

Así las cosas, queda vigente la sentencia C 666 de 2010, en donde el alto tribunal declaró exequible el artículo 7 de la ley 84 de 1989, 'por la cual se adopta el estatuto nacional de protección de los animales y se crean unas contravenciones y se regula lo referente a su procedimiento y competencia'.

Las corralejas no tienen una reglamentación precisa para ser realizadas, por lo cual en las mismas el toro 'puede ser objeto de diversas formas de maltrato, aparte de las mencionadas banderillas', expone la Corte en su exposición de sentencia.

Pero en el desarrollo de esta actividad, son muchas las cosas que se debe tener en cuenta. Desde los permisos, pasando por la visita a las ganaderías, hasta el alquiler de las tablas para hacer la estructura.

Hugo Escorcia, representante de la Asociación de Toros Bravos del Atlántico (Asotoros), partió en que las corralejas son una tradición en el Atlántico y la Región desde hace muchos años.

En el Atlántico se realizan corralejas en los municipios de Ponedera, Candelaria, Sabanalarga, Juan de Acosta, Santo Tomas, Luruaco, Campo de la Cruz y Usiacurí; y en los corregimientos de Puerto Giraldo, Repelón, Villa Rosa, El Vaivén, Isabel López, y Cien Pesos.

Para él, en cualquier lugar lo primero que se debe hacer es visitar las ganaderías para conseguir los toros que estarán en el municipio cada uno de los cuatro días de corralejas.

Entre las que se visitan se encuentran ganaderías de los municipios de Sincé, Sahugún, La Unión, Caucasia y Planeta Rica. En esos lugres hay toros calidad 1A que oscilan entre $800.000 y $1.000.000 cada toro y los de clase media que van entre $300.000 y $500.000.

'Los 1A son que den faena, que den 8 capotazos en una corrida. Los otros dan un poco menos. No hay un número fijo como tal', anotó el representante de Asotoros, entidad encargada de vigilar y cuidar las corralejas del Atlántico.

Además de representante de Asotoros, Hugo Escorcia también es empresario para la realización de corralejas en Santo Tomás, que entre el 14 y 17 de septiembre tendrá sus fiestas patronales.

El primer y último día de fiestas lleva 16 toros, mientras que sábado y domingo, 28 cada día. Según él, todos los días lleva bovinos de primera categoría. Las cuentas dan para un fin de semana $28 millones, pero dice que hacen una rebaja de hasta $6 millones por día y podría quedar en $22 millones. Igual dijo que pasa con los otros dos días.

Además, explicó que la cantidad y calidad de toros que se vaya a llevar depende de la calidad de la plaza, que 'no todas son iguales', y de los patos en el lugar, que son las personas que ingresan aparte de los lidiadores, manteros, capoteros, amarradores, muleteros, banderillero a caballo y a pie, y garrochero.

Aclaró que el empresario solo contrata entre 30 y 40 personas para el espectáculo y todas las demás se meten por su cuenta y no están autorizadas. 'Hay capoteros y banderilleros famosos en el Atlántico que se les puede pagar entre $3.000.000 millones y $4.000.000 millones, además de lo que le paga el ganadero que pueden ser $300.000. Pero a otros un valor muy inferior', agregó.

Entre los pasos importantes que se deben hacer está el de los permisos. El primero es ante la alcaldía municipal, que debe ir acompañado de un plan de contingencia de los bomberos, hospital, Defensa Civil, Policía y del empresario, y adicionar las pólizas de riesgo extracontractual.

El precio de los requisitos varía en cada municipio porque cada entidad cobra diferente, pero oscila entre $10 y 12 millones.

En cuánto a la estructura de la corraleja, hay distintos tamaños. Estos se utilizan dependiendo si el espectáculo es pequeño, mediano o grande.

En Santo Tomás, por ejemplo, la corraleja es de 210 metros. Mientras que la de Sabanalarga casi siempre es de 280 metros. Las de espectáculos menores son de 120, 150 y 180 metros. El límite es de 300 metros.

La traída de la madera y armada de la corraleja oscila entre $1.600.000 y $2.000.000 millones por viaje y por lo cual los populares palqueros hacen 15 viajes con una capacidad de cada uno de 15 metros de largo por 10 bancas. En total, costaría $22.500.000 millones.

A la estructura le caben entre 3.500 y 4.000 personas, y días antes se les hace una prueba de resistencia con 400 sacos de arena que pesan entre 50 kilogramos. Cada día tiene un valor y depende del espectáculo si es bueno. En Santo Tomás los valores serán el viernes de $10.000, sábado de $25.000, domingo $35.000 y lunes de $15.000.

Dependiendo de los valores finales en el negocio, Hugo Escorcia hace una fiesta taurina, por lo menos en Santo Tomás puede estar costando $180 o $200 millones.

Sobre si el negocio es rentable, dijo que depende de Dios. 'Si ese día llueve, pueda que no te entren muchas personas y perdiste. Pero sino pasa eso, es rentable', manifestó.

Por último señaló que de una fiesta taurina en un municipio dependen casi 500 personas entre el ganadero, artistas, palcos, los comerciantes, parqueadero, garrocheros, entre otros.

Un experto

Para el abogado, historiador y conocedor de toros bravos Inis Amador Paternina, la corraleja sí es una tradición, es algo que viene de atrás, es la costumbre de los mayores, de los antepasados.

Con esta premisa Amador Paternina advierte que las corralejas del 20 de Enero, en Sincelejo, las más grandes de Colombia y de más renombre en el mundo entero, pueden regresar después de 5 años de ausencia, pero aclara que para ello se necesita del visto bueno del alcalde.

Hace 38 años se cayeron aquellas corralejas que eran de 4 pisos en Sincelejo, regresaron en 1997 y durante 16 años, hasta el 2013 fueron celebradas. No se continuó con ellas porque las condiciones de seguridad, dijo el alcalde de la época, no lo permitían, y el actual mandatario no las realiza porque se ha dado a la tarea de rescatar otras manifestaciones culturales.

Control

¿Y si muere un animal?

De suceder esa situación, el toro lo pierde la ganadería dueña de él y será sepultado en un lugar adecuado. De igual modo, así sucede con un caballo si se llega a morir. 'Asotoros velará porque el empresario cumpla las normas, que no sea tirado por ningún lugar', anotó Escorcia.

De quedar herido algún animal, en el sitio debe haber un veterinario para que le dé los primeros auxilios a los animales.

No las apoyamos: Gobernación

Para el secretario del Interior del Atlántico, Guillermo Polo, las fiestas taurinas deben ir superándose porque es un maltrato contra los animales y es un factor que incide en seguridad.

'Nosotros pedimos que no se hagan, pero la población sigue reclamando las corralejas y eso es un patrón que se debe cambiar. Si fuese por la Gobernación, no se hiciera una sola corraleja en el departamento', reveló. Dijo que a pesar de que se hacen todos los planes de contingencia necesarios, son eventos que generan siempre problemas de orden público. Por eso, Polo ha invitado a los alcaldes municipales a mirar actividades distintas, ya que es competencia de cada uno de ellos la realización de los eventos.