Unas sentadas en la mesa de confección y otras en su ardua tarea de coser le abrieron a EL HERALDO su taller de modistería en el barrio El Cortijo para contar cómo las orugas pasaron hacer unas laboriosas mariposas.
Salir adelante en una ciudad como Sincelejo con pocas oportunidades laborales y donde la informalidad en su mayoría es la que brinda el sustento diario, no es fácil. Sin embargo, de lo que más hacen alarde las mujeres de esta tierra es del carácter imponente y pujante que le heredaron a este municipio, por ello las limitaciones aquí no existen.
Muestra de esto es Eudosia Parra, líder del taller ‘Vero Confecciones’, nombre que lleva en honor a su hija Verónica, quien se convirtió en el primer apoyo de las damas. Se benefician 87 mujeres de diferentes partes del departamento de Sucre, entre ellas, tres viudas que perdieron a sus esposos el 20 de enero de 1980 cuando varios palcos se vinieron abajo y causó la muerte de cientos de personas.
A su vez contó que como Dios a ninguno abandona, la primera producción que tuvieron al abrir el negocio fue la de confeccionar 17 mil camisas deportivas, lo que les abrió las puertas al mercado industrial. Las prendas las empezaron a fabricar desde el 15 de enero hasta abril de este año.
El Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) se encargó durante el 2017 de instruir a 120 mujeres entre los 60 y 80 años en patronaje, cortes, diseños y costura para damas y caballeros. Luego algunos jóvenes se sumaron a este curso que trasladó al personal del Sena hasta la vivienda de Eudosia, donde ahora está ubicado el taller, debido a que muchas por su edad el traslado hasta la institución se les hacía complicado. Gente del sector también aprovechó la capacitación.
En una tarde de tinto.
'Una tarde sentadas en el Parque ‘Las Viudas’ en El Cortijo, como era costumbre, empezamos a mirar que todavía éramos útiles, que queríamos llevar dinero a las casas y no depender solamente de nuestros hijos, eso nos motivó a aprender este oficio', dijo Eudosia.
Para lograr este sueño y la falta de recursos para arrendar un local llevaron a Parra a regalar desde los muebles y otros artículos de su casa para así darle espacio a la modistería.
Eudosia insiste en decir que aunque el Sena ya culminó con su tarea, los sigue apoyando, ya que hoy en día les mandan a estudiantes y docentes para que les confeccionen los uniformes.
Son nacionales e internacionales.
Con alegría cuenta esta emprendedora que a pesar de que aquí en Sincelejo no son tan solicitadas, en Montería y Cartagena sí. En la capital de Córdoba, Bollos del Sinú les hizo un pedido de uniformes y delantales, de los que ya mandaron un lote; mientras que a la ciudad amurallada entregaron 82 buzos para beisbolistas.
Ahora le trabajan a una propuesta que vino desde Bucaramanga que consiste en la elaboración de unas prendas de vestir para Navidad. Además, la dueña de una empresa de embutidos de Chile las visitó para entrevistarlas, pues está interesada en que ellas les hagan la dotación para los empleados.
'La propietaria está en las gestiones para determinar qué le resulta más fácil, si elaborar las prendas aquí o llevarlas a ellas hasta el país a confeccionarlas'. Por ello, en el nombre del Jesús, Eudosia se aferra a un sí, pues sería el primer país en tener prendas hechas en ‘Vero Confecciones’.
Su hija sería la artífice de este contrato, porque ella se encargó de mandar en fotografías las colecciones que han producido en el taller.