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Son muchas las escenas de violencia que se han visto en el municipio de San Onofre, pero solo una, hasta ahora, la que retrata un paso memorable hacia la reconciliación entre víctimas y el responsable de la masacre de Chengue.

Ocurrió la mañana de este 6 de diciembre en la Institución Educativa Santa Clara, donde Uber Banquez Martínez –‘Juancho Dique’ como combatiente de las Auc—y Jairo Barreto, presidente de la Asociación de Víctimas de Chengue, se abrazaron.

El exparamilitar hablaba de la condición de víctima de una mujer que llegó a ser condenada injustamente porque la confundieron con la compañera sentimental de él. Y pocos segundos después, vino el emotivo acto. 'Le pido de corazón que me perdone y me regale un abrazo', expresó Banquez.

‘Dique’ fue el primero en extender los brazos, a lo que Barreto, prudentemente, correspondió. Los asistentes aplaudieron mientras Barreto, nacido en el corregimiento donde el excomandante del frente Canal del Dique ordenó matar el 17 de enero de 2001 a 27 campesinos, tomaba el micrófono.

'Igual, creo que la idea no es conmigo, personal, sino con la comunidad, y el reto sigue ahí. Yo espero y aspiro que este escenario se dé en la comunidad porque necesitamos volver a ser la comunidad de paz que siempre hemos sido'.

Ambos volvieron a sentarse y el Festival de la Reconciliación, como se llama el evento donde fueron convocados por la Comisión de la Verdad, siguió su curso.

Otros actos de reconciliación en desarrollo del Festival fueron abrazo entre ‘Juancho Dique’ y el hijo de Rafael Posso, víctima de la masacre de Las Brisas, ocurrida en San Juan Nepomuceno (Bolívar).

El patio del colegio Santa Clara también acogió a Ubaldo Zúñiga e Ismael Manco, el primero, excomandante de las Farc, y el segundo, desmovilizado del Partido Revolucionario de los Trabajadores, quienes coincidieron en que el camino no son las armas.

La Comisión de la Verdad también invitó a Mie Roesdaml, de la organización Conduce Space for Peace, de Dinamarca, quien catalogó lo ocurrido como 'momentos profundamente impactantes'.

El cierre del Festival fue musical; el maestro Adolfo Pacheco Anillo interpretó algunos de sus éxitos que hablan del campo y de los Montes de María, de donde es nativo.