El gobernador de Sucre, Édgar Martínez Romero, destacó en su balance de los cuatro años de su administración que deja las finanzas del departamento 'saneadas'.
Recordó que recibió el Departamento acogido a la Ley 550, es decir, quebrado.
La declaratoria ocurrió durante el gobierno de Jorge Barraza Farak (2008-2011) y tras casi 10 años, según el actual mandatario, solo quedan $10 mil millones por pagar a los deudores.
'Es solamente el 7% (de la deuda), no la quisimos pagar todavía, no le conviene al próximo gobernador que la pagáramos, para ver si la renegocia con el Gobierno nacional. La hubiésemos podido cancelar, pero creemos que fue un factor importante para poder avanzar', indicó.
Con el saneamiento casi total, según Martínez, el nuevo gobernador podrá adquirir préstamos multimillonarios para financiar obras que contribuyan con el desarrollo social.
Durante su rendición de cuentas el saliente gobernador de Sucre midió en kilómetros su principal obra durante estos cuatro años en los que fueron invertidos $2,5 billones.
Se trata de la pavimentación de la vía Las Tablitas-San Marcos, que está en proceso y cuyo costo total es de casi 150 mil millones de pesos.
Es el segundo contrato más costoso en la historia del departamento de Sucre, después del de la pavimentación de la vía Sampués-San Benito Abad, durante el gobierno de Julio César Guerra.
Las Tablitas-San Marcos tiene una longitud de 40,96 kilómetros y es un contrato con muchos cuestionamientos y una demanda millonaria por parte de quien perdió la licitación.
Martínez se defendió de las críticas asegurando que se trata de quienes no quieren que salgan adelante obras como esta.
'Con la finalidad de entorpecer el proyecto, pero ya eso comenzó a funcionar. Las Tablitas no lo va a parar nadie, eso será un programa que ayudará muchísimo a la interconexión de toda la Mojana con Sincelejo', sostuvo.
El gobernador señaló que la nueva vía posibilitará la salida de productos agropecuarios desde el sur de Sucre hasta la capital y también hasta el Golfo de Morrosquillo.
'Queda disponible para que nuestros productos, no solamente el arroz, sino también el pecuario puedan salir al exterior y los sucreños podamos tener un mejor estatus de vida', añadió.
En materia de salud, Martínez Romero no pudo cumplir su promesa de posesión relacionada con el sector: ponerse al día con los empleados del Hospital Universitario de Sincelejo (HUS) donde hay deudas laborales de hasta dos años de sueldos. Por el contrario, el centro hospitalario fue intervenido en mayo de este año y solo hasta hace unos días el Ministerio de Salud anunció el giro de casi 19 mil millones de pesos para el pago de deudas laborales.
La Superintendencia de Salud catalogó al Universitario como uno de los 10 hospitales del país intervenidos que está en 'reanimación'.
Lo que está pendiente
Al saliente gobierno de Sucre le quedó pendiente ejecutar obras relacionadas con el Contrato Paz, un ambicioso programa de inversión en municipios afectados por el conflicto armado en Montes de María. Para ello había un billón de pesos que quedaron sin ejecutar. Lo contrario pasó en Bolívar, que comparte terreno con Sucre en la mencionada región.
El gobernador justificó la falta de ejecución en que 'a Sucre no lo trataron bien' en ese contrato y que 'la mayor parte de los recursos fueron para del departamento de Bolívar'.
Expertos consultados por EL HERALDO explicaron que la inviabilidad de obras para este renglón se debe a que Sucre no presentó adecuadamente los proyectos para acceder a los recursos.
'Bolívar, sabemos, es un epicentro donde llegan permanentemente los ministros, el presidente (de la República). Le dieron esa gran importancia', afirmó.
Martínez deja el cargo con diez procesos en la Procuraduría General de la Nación. Dos de ellos los heredó de su predecesor, Julio Guerra Tulena. En total, tiene siete indagaciones preliminares, dos investigaciones y un pliego de cargos. Los casos más graves son por presuntas irregularidades en la contratación e implementación del Programa de Alimentación Escolar (PAE).