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Este lunes se cumplen 40 años de una tragedia que dejó más de 400 muertos y 2 mil heridos: la caída de los palcos de una corraleja que para ese entonces era de tres pisos.

Era domingo, se lidiaban los astados de Pedro Juan Tulena y no de Arturo Cumplido Sierra. El reconocido ganadero donaba los toros del día tradicional de la otrora fiesta buena en Sincelejo, la fiesta en corraleja. Era el cuarto día de la temporada taurina y pasadas las 4:00 de la tarde, la hora de la tragedia, había tres toros en la plaza.

La lluvia, al igual que la fiesta brava, estaba en su furor, y aunque había sobrecupo en los tendidos los espectadores continuaban llegando, incluso menores de edad porque para ese entonces no había restricción y controles sobre ese tema.

Los entendidos en la tauromaquia aseguran que el sobrecupo en los palcos aunado a la lluvia que caía desde el mediodía fueron el detonante para que los cimientos de la estructura de madera cedieran y ocurriera la tragedia que es recordada en el mundo entero y de la que en Sincelejo no hay nada que lo recuerde, está en el imaginario colectivo.

La tragedia pudo haber sido mayor, pero solo fue un tercio de la plaza Hermógenes Cumplido, situada en el barrio Mochila, y con unos 10 mil espectadores, la que se cayó.

Aquella tragedia que le costó al gobierno 4.356 millones de pesos hizo colapsar todo porque la ciudad no estaba preparada para ello, de allí que muchos de los enfermos fueron llevados a entes de salud de otros municipios como Corozal y los ataúdes llegaron de departamentos vecinos.

En su momento el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Hacienda asumió el pago de la millonaria deuda por concepto de indemnizaciones a los familiares de los muertos y heridos. Con el tiempo esa deuda la asumió el Municipio de Sincelejo y a la fecha adeudan $1.800 millones que quedaron incluidos en el Acuerdo de Reestructuración de Pasivos.

Hoy, y desde hace 7 años las fiestas de toros que tras la caída de los palcos estuvieron en receso por 18 años, ya no se realizan. Esta fiesta ya no tiene ese atractivo de renombre nacional y mundial y por eso no es tan concurrida como en años anteriores.