Esta historia tiene como protagonistas a trece 'guerreras' que pese a los sinsabores que les ha dado la vida, no han bajado la guardia para salir adelante.
Viven entre las montañas que conforman los Montes de María, en localidades como Chengue y Salitral, en Ovejas, otrora epicentro del maltrato inmisericorde de la violencia paramilitar.
Entre territorio este verde se encuentran los nodos de melicultura impulsados por la Unidad de Restitución de Tierras, la FAO y la Embajada de Suecia en Colombia.
En esta cadena de producción sostenible se resalta el grupo Madres Miel conformado por 13 mujeres que buscan ‘endulzar’ el sabor amargo que dejó el conflicto. El grupo tiene el apoyo de otras 20 mujeres que de una manera u otra se vinculan a las actividades.
Estas mujeres manejan el apiario Semillas de Suecia que tiene diez colmenas ubicadas sobre una pendiente desde donde se observan las montañas y las casas enclavadas en sus faldas. Allí cultivan la miel que están viendo como alternativa de negocio y emprendimiento.
Yina Paola Ortiz, una de las líderes del grupo, comentó que cada quince días regularmente visitan el apiario para observar cómo va el proceso, hacer las limpiezas y ver qué se necesita. Desde diciembre comenzaron con la cosecha bajo la marca Miel de Chengue.
'Con esto demostramos que las mujeres también podemos hacer estas actividades. Que le apostamos a nuevas alternativas para sentirnos útiles con la ayuda de nuestros esposos', comentó.
Ella y su familia eran desplazadas por la violencia. Desde hace diez años retornaron para recomenzar la vida en Chengue.