Compartir:

La familia del asesinado alcalde del municipio de El Roble, Eudaldo ‘Tito’ Díaz Salgado —por cuyo crimen el exgobernador de Sucre Salvador Arana Sus fue condenado a 40 años de cárcel—, le aseguró a EL HERALDO que siguen temiendo por su vida y consideran la aceptación de Arana en la Justicia Especial para la Paz (JEP) como una revictimización.

En su criterio, 'la Corte Suprema blindó la sentencia de Salvador Arana y consideramos un acto de revictimización por parte de la JEP aceptar a Salvador Arana, que desde el asesinato de nuestro familiar se dedicó a revictimizarnos, a perseguirnos jurídicamente y a querer atentar contra nuestras vidas, lo que nos obligó a varios familiares a irnos al exilio'.

Indican que con el lío de competencias entre la JEP y la Corte Suprema, el exmandatario sucreño, preso en una cárcel de Barranquilla, los va a seguir revictimizando, por lo que le piden a la Corte Constitucional que 'no permita que Salvador Arana Sus utilice la JEP como trampolín para su libertad, burlándose de nuestro dolor y utilizando a esta jurisdicción para revictimizarnos. Salvador Arana libre es un peligro para nosotros. Si preso nos ha hecho tanto daño, imagínense lo que nos haría en libertad', anota la familia de ‘Tito’ en entrevista con este diario.

Recuerdan que Arana Sus, después de la condena donde la Corte dijo que era 'un paramilitar puro que incursionó en la política' siguió negando su participación en los hechos, 'ha demostrado ser un mentiroso, incluso ahora que fue aceptado por la JEP manifiesta que no tiene dinero para reparar a sus víctimas, cuando es de conocimiento público que es un hombre rico. La JEP está haciendo que nuevamente volvamos a esa pesadilla de los atentados y crímenes a testigos de este hecho. El tiempo nos ha dado la razón, sin embargo, la JEP nos devuelve al principio'.

Finalmente, la familia del asesinado alcalde Eudaldo ‘Tito’ Díaz asegura que ya 'hemos pagado un costo muy caro por evitar las injusticias de la Justicia. Hoy, como familia, nos volvemos a alistar para enfrentar al criminal, aún a costa de nuestras propias vidas, pues si algo tenemos claro es que la sangre derramada por nuestro ser querido jamás será mancillada por la impunidad y, como siempre, en memoria de nuestro ser querido asesinado seguimos como familia de pie, firmes y dignos'.