Indígenas de la etnia Zenú que tienen asiento en Sincelejo levantaron los puestos de control sanitarios con los que se han blindado en esta pandemia porque no cuentan con los elementos de bioseguridad para ellos también protegerse.
La capitana del Cabildo Menor Tatachivo-Mirabel, situado en la vía que comunica al corregimiento de Chochó, Arelis Álvarez Camargo, indicó que tanto la Alcaldía de Sincelejo como la Gobernación de Sucre no les entregaron la dotación que requieren para hacer los controles, y ante la aparición de casos de forma masiva en Sucre ellos prefieren ponerse a salvo.
'Requerimos termómetros digitales, batas, gorros, tapabocas, guantes, bombas de espalda, hipoclorito, tanques para almacenar agua y baldes que nunca nos llegaron y si no tenemos esto corremos el riesgo de contagio en estos puestos de control que son 24 horas, por eso desde (hoy) levantamos ese puesto de control biosanitario. Mi cabildo no ha recibido si quiera una llamada, las autoridades no han valorado el esfuerzo que hemos hecho', dijo la líder indígena.
Otro de los puestos que fue levantado por estas mismas consideraciones fue el de Sabanas del Potrero. Inés Martínez, una de sus integrantes, le confirmó a este medio que hace una semana levantaron ese puesto.
'Nosotros éramos entre 10 y 12 personas diarias las 24 horas que por iniciativa propia empezamos estos controles y ya se nos acabaron los insumos y no tenemos protección y por eso decidimos levantar el puesto', expresó Martínez, quien también rechaza que las autoridades civiles tampoco les hubiesen contribuido con la alimentación de quienes ejercían esos controles.
En Sampués siguen los controles
Contrario a lo que ocurre en Sincelejo, la Guardia Indígena del municipio de Sampués si continúa con los controles en su jurisdicción.
Ferney Hernández, líder de esa guardia, dijo que ya completan dos meses en estas labores en sus territorios y los resultados han sido satisfactorios, por lo que advierte que van a continuar cerrándole los caminos al coronavirus.