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Para la docente Conny Muñoz Torres, o 'la seño Conny', como la llaman sus pequeños alumnos, no es un sacrificio haber adaptado un espacio de su pequeño apartamento en Corozal, Sucre, para crear (como si fuese un estudio de televisión que se arma y desarma) un improvisado salón de clases para cumplirle a sus estudiantes de Transición 2 del colegio Pestalozziano.

Lo hace con todo el amor del mundo. Por eso cuando le toca vestirse de niña, maquillarse, bailar y cantar lo hace sin remedos y sin parar.

Las clases virtuales han llevado a que los docentes cambien el ritmo de trabajo, pero para esta profe no ha sido un gran sacrificio porque la creatividad es su llave maestra. Inspira ternura al meterse en el rol de una niña para llenar de entusiasmo a los pequeños que reciben clases en casa a través de videos y fotografías.

'La grabación de estos videos me toma un poco de tiempo para poder realizarla y también organizar los materiales que necesito. Además, del tiempo que me tomo pensando cómo realizar clases que les agraden y que sean significativas para mis niños y niñas de Transición 2. A veces el cansancio es inevitable, pero siempre queda la satisfacción de hacerlo cada día mejor y con el corazón', dijo, luego de enseñarles la consonante N y la familia numérica del 60 con una adaptación de la historia del Arca de Noé y la receta del jugo de naranja.

No duda en entrar a la cocina con la firme intención de reforzar el aprendizaje a sus niños. Para ello cuenta con el apoyo de su compañera Naudith Medina.

Observar el trabajo de esta profesora es como estar viendo una serie infantil de televisión en la que los presentadores les enseñan a los televidentes chicos, de forma didáctica, la manera de hacer algo.

Y ahí, al lado de la sala, está el espacio lleno de color. El estudio que la profe Conny montó para darle una cara positiva a la pandemia. Porque la creatividad y la educación siempre serán el impulso que necesita las crisis para superarlas.

La satisfacción del deber cumplido le llega cuando mira las caras felices de sus pequeños y al escuchar las voces de aliento de los padres de familia y los amigos que la felicitan por tan bella labor. Por eso divide sus labores en el hogar con las clases didácticas que le dejan muchas enseñanzas a ella también. Eso porque cada vez que las desarrolla aprende también y se las arregla para que las próximas sean mejores.

Pero es que siempre ha sido creativa, esa es una de las cualidades que llaman la atención a la gente que la rodea. En el salón de clases presenciales siempre se esmeraba por entretener y enseñar a los estudiantes.

'La educación es algo que requiere de mucho empeño, por eso me he caracterizado por darle la mejor parte de mí a esos niños que están comenzando con esto del aprendizaje y qué mejor manera que con sus personajes favoritos o con muchas sonrisas', expresó la seño.

Con ayuda de marcadores, cartulinas, papel barrilete y frutas arma su calendario académico. Repite una y otra vez. Se ríe bastante y cuando cree que el vídeo está listo lo manda a los padres de familia.

'Esta es una tarea de todos. No solo de los maestros. Nosotros armamos muchas cosas pero también contamos con el apoyo de los padres que son un complemento necesario en esta labor. Por esta ayuda podemos hacer grandes cosas maravillosas', expresó.

Y así, entre videos, charlas, canciones y cuentos, la seño Conny se convierte en una especie de princesa en un bello salón de clases hogareño.