Mientras en otras partes del país ya han abierto iglesias y otros como el obispo de Valledupar reclaman la apertura de estas, el de la Diócesis de Sincelejo, monseñor José Clavijo Méndez, insta a los católicos, en especial a los de su territorio, a no desesperarse y a seguir preservando la vida en estos tiempos de la pandemia por la COVID-19.
A su vez asegura que no se puede esperar a que den el permiso de abrir las iglesias y volver a lo mismo de antes, 'no, el Espíritu Santo nos invita a ver cosas nuevas, sorprendentes en la evangelización. Los primeros cristianos casi no tenían templos ni cultos, pero tenían ganas, garbo y fuerzas para anunciar el evangelio'.
Instó a los sucreños a ser prudentes porque lamentablemente el Departamento, que había tenido --gracias a Dios y a la oración de tantos hermanos – el privilegio de ser no COVID-19 pasó a ser un departamento con un crecimiento inesperado y peligroso del contagio del coronavirus, a la fecha se registran 25 casos, 4 recuperados y un fallecido.
'Entonces ya no podemos ser ingenuos, sino prudentes y disciplinados todos, no solo los católicos, sino todo el mundo debe ser muy consciente, prudente y disciplinado', dijo el Obispo al tiempo que recordó que Sucre no tiene un sistema de salud que pueda atender a muchos infectados de coronavirus.
Ante la no apertura de las iglesias fue enfático al señalar que no se pueden hacer cosas pensando que es más importante reunir a la gente para una misa o una reunión, 'que el mandamiento del amor que nos invita a amar al hermano y a amarlo significa hacer todo lo posible para que no se contagie y para que no cunda el contagio'.
Y agregó: 'Entonces, si no nos permiten, sigamos con nuestras iglesias cerradas hasta cuando sea posible, no nos desesperemos, no pongamos malos ejemplos nosotros los católicos y más bien ayudémonos los unos a los otros en lo que más podamos, fundamentalmente con la oración, pero también con el ojo muy atento a las necesidades de otros y ver qué les podemos compartir guardando los cuidados y protocolos de salud que no son un capricho', puntualizó el Obispo de Sincelejo que a su vez pide que no se cargue al departamento a una situación que luego se tenga que lamentar.