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La medida de la Alcaldía de Sincelejo de cerrar el mercado por ser un foco de contagio para la COVID-19 y con ello hacer cumplir el aislamiento no ha dado buenos resultados porque los minoristas y quienes se ubican en las afueras de la plaza han armado sus propios mercados sobre la Troncal de Occidente y los barrios El Progreso, España, La María y las avenidas Ocala y Luis Carlos Galán.

En La María se atrevieron a arrendar las terrazas de unas casas y hasta allí llegaron desde la madrugada los compradores. El mercado persa tuvo vigencia hasta cuando la Policía arribó al lugar y los obligó a marcharse y lo mismo ocurrió en la cancha del barrio El Progreso la cual fue tomada, al igual que la vía, para vender.

La Policía para hacer cumplir el cierre indefinido del Mercado tuvo que cerrar con vallas y estar presente en las vías de acceso.

Los vendedores pese a los controles de la autoridad persisten en su trabajo porque aseguran que viven del día a día y no pueden dejar morir de hambre a sus familias, mientras que propietarias de tiendas como Yaneth Romero, le piden al alcalde que el cierre del Mercado no sea indefinido porque está afectando la economía de quienes viven de este negocio.

El alcalde Andrés Gómez reitera que la reapertura del mercado, donde hay 80 casos positivos del virus, solo es posible cuando los negocios cumplan con las medidas de bioseguridad.