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Una familia en Sincelejo afronta otra tragedia ocasionada por cuenta de la pandemia: la entrega del cadáver de otra persona que no era su ser querido.

Se trata de los Sarria Álvarez, quienes en el último mes han afrontado la dura partida de tres familiares, la más reciente su mamá, Georgina Álvarez, cuyo deceso se produjo la madrugada del martes y a las 4:00 de la tarde cuando se aprestaban a darle cristiana sepultura en el Cementerio La Esperanza, se percatan de que quien estaba en el ataúd no era su ser querido.

Doralyna, una de sus hijas y con quien ella vivía en Sincelejo asegura que quiso ver a su mamá por última vez confiada en que ella no tenía coronavirus. Su hermano Carlos, que la acompañaba se oponía a que ella abriera el ataúd, pero al final accedió.

'Entre los dos abrimos el cadáver y con lo que nos encontramos de primea mano es con que estaba bocabajo, ni siquiera por dignidad lo colocaron bien. Entonces procedimos a voltearlo y cuando ella rompe la bolsa nos encontramos con el cadáver de un señor que estaba con los elementos de intubación'.

Fue el momento más duro para los hermanos, los sentimientos de dolor, impotencia y desesperación se apoderaron de ellos, pero armados de valor salieron rumbo a la Clínica La Concepción donde después de varias horas de búsqueda en la morgue de esta, donde había más cadáveres, encontraron el de su señora madre que a las 8:00 de la mañana de este miércoles por fin tuvo su cristiana sepultura.

Doralyna dice que algo dentro su ser la llevó a abrir el ataúd para ver a la mujer que le dio la vida, y ahora le da gracias a Dios por esa luz que le dio y que ella entendió para no tener que sepultar a quien no era y llevarle flores a un desconocido.

Carlos Sarria Álvarez asegura que desde la noche del lunes cuando llevó a su mamá a la clínica evidenció la deshumanización en la atención en salud, 'mi mamá una señora de 87 años y estuvo todo el tiempo en una camilla ubicada en un pasillo y me decía que sentía calor, yo acudía al personal de la entidad y no era bien atendido, pero cuando se dieron cuenta del error que cometieron al entregarme el cadáver de quien no era mi ser querido entonces sí querían hablar conmigo una psicóloga, un trabajador social y demás profesionales', denunció Carlos Sarria.

EL HERALDO consultó a la Clínica La Concepción sobre este hecho, pero anunciaron que están en una reunión con personal de la Secretaría de Salud y una vez finalicen harán un pronunciamiento.

Por su parte el gobernador Héctor Espinosa Oliver catalogó de aberrante este hecho, asegura que es inaceptable que esto esté ocurriendo en las clínicas de la ciudad, por lo que instó a la Secretaría de Salud Departamental a que inicie las investigaciones e imponga las sanciones que ameriten.

'Esta es una noticia que me ha indignado mucho', anota el mandatario.

Este no es el único caso de este tipo, pues en otro centro asistencial a un hombre de la tercera edad lo dieron por muerto, pero su hija ingresa a la morgue y lo encuentra con vida.