'Nada justifica matar a nadie, ni siquiera una guerra, ni siquiera la defensa personal'. Con este contundente mensaje el obispo de la Diócesis de Sincelejo monseñor José Clavijo Méndez rechazó la masacre ocurrida el sábado 24 de octubre en zona rural del municipio de San Marcos y en la que perdieron la vida 5 personas, todos hombres.
En diálogo con EL HERALDO el alto prelado de la Iglesia Católica sostuvo que espera de las autoridades que se esclarezcan los verdaderos motivos y causas que originaron esta tragedia.
'Como guía espiritual del pueblo católico expreso mi rechazo contundente, sincero y una tristeza muy grande porque se están presentando estos hechos en este departamento por esos motivos cuando ya pensábamos que se había superado la violencia por estos, sobretodo cuando esa violencia llega a atropellar la vida misma', dijo el Obispo.
Agrega que quien atenta contra la vida, atenta contra algo que no le pertenece porque la vida es de Dios, 'supongo que los que hicieron esto no son cristianos, no sé si serán bautizados, pero realmente como cristiano y como líder del grupo de católicos mayoritario en nuestra Diócesis expreso mi rechazo total y mis condolencias a los familiares. Hemos orado por ellos y por el departamento de Sucre para que no vuelvan a repetirse estos dolorosos hechos', anota el máximo representante de la Iglesia Católica en Sucre.
Indica además que hay otras maneras de arreglar las cosas, y para eso está la justicia, pero lo ocurrido en San Marcos en su criterio es una terrible injusticia.
En esta masacre, al parecer por un conflicto de tierras, perdieron la vida el abogado Arquímedes Getulio Centanaro Carriazo, Lácides Manuel Cochero Alba, Julio Eduardo Hoyos Moreno, Óscar Javier Hoyos Banquet y Darwin Rafael De Hoyos Madera.
Finalmente el obispo José Clavijo Méndez le pide a las autoridades de Sucre esclarecer cuanto antes estos hechos, atender las alertas tempranas y hacer todo lo posible para cumplir las funciones del Estado que es la protección de la vida, honra y bienes de todos los ciudadanos, sin importar la condición social ni el partido político en el que estén.