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La colcha de retazos en la que se ha convertido el paso por el puente Pechelín, en el municipio de Tolú, parece no dar más para seguir en uso. Por años este paso que comunica hacia la zona de playas del sector Mi Ranchito y hacia el aeropuerto no le ha mostrado la mejor cara a los turistas y tampoco a los nativos que siempre han estado empatando pedazos de láminas de acero y hierro para mejorar su transitabilidad.

Sin embargo, para esta temporada el puente presenta un deterioro más avanzado y por cuenta de ello la comunidad decidió cerrar el paso, pero como es el único que existe para ir a las zonas antes mencionadas la comunidad siguió transitando y la noche del 25 de diciembre una turista se cayó y se lesionó sufriendo laceraciones y heridas en sus piernas.

Este hecho incrementó el malestar de la comunidad que una vez más recriminó el silencio y la pasividad de los administradores de turno para atender este asunto en un pueblo que vive del turismo.