Con la llamada temporada alta regresaron al Golfo de Morrosquillo los turistas nacionales y extranjeros y con ello han llovido las críticas por el deplorable estado de las vías y los altos costos de los peajes.
Los usuarios en concreto se quejan de la intransitable vía Tolú-Coveñas que parece una colcha de retazos por los múltiples remiendos o reparcheos que presenta, pero en los otros tramos que no han sido intervenidos en años el paso se torna hasta peligroso porque los conductores suelen invadir el carril contrario para buscar mejor movilidad.
Hoteleros como Ruth Argumedo, propietaria del Aparta Hotel Villa Melissa, uno de los más tradicionales en Coveñas, le han pedido al Instituto Nacional de Vías (Invías), que tiene injerencia en la zona, que mejore este tramo con una buena intervención, esa que les permita ser competitivos en materia turística.
Invías mejoró algunos pasos a principios de diciembre, pero la situación sigue siendo crítica, al punto que muy cerca del sector Boca de la Ciénaga La Caimanera hay plantas sembradas en unas materas ubicadas en la mitad de la vía que dan cuenta de la presencia de grandes cráteres, lo que no solo genera inseguridad sino también mala imagen de una zona turística.
Las quejas por el mal estado de esta vía se incrementan porque posee el peaje más costoso que tiene Sucre, los automóviles pagan 12 mil 300 pesos. La lucha porque ese peaje en una vía tan estrecha sea desmontado la libran desde antes de que lo instalaran y no han dado resultados.
Se han producido jornadas enteras de protestas y hasta minga indígena y no lo han logrado quitar. A finales de 2019 les anunciaron que lo iban a reubicar hacia una zona cercana, pero la comunidad sigue descontenta porque esos altos costos han hecho que el turismo se reduzca.
Jorge Mario Hernández Merlano, exdiputado de Sucre, se pronunció sobre este tema para exigirle a las autoridades políticas que adelanten acciones que den resultados favorables sobre este asunto.
'Que impotencia genera pagar el peaje de la vía Tolú-Coveñas (...$12.300). Es inconcebible y vergonzoso cómo nos quedamos impávidos ante semejante abuso. Se debe ejercer una presión que vaya más allá de lo social y exigirle a las autoridades políticas, especialmente congresistas y gobernador, que cierren filas en contra de semejante adefesio y que esta vez no se dejen silenciar como en otrora por migajas de arriba (Gob JMS)'.