El cementerio municipal de Sucre-Sucre amaneció desde ayer bajo las aguas, lo que ratifica que al igual que hace 11 años ni los difuntos se salvan de las inundaciones por esta cruel ola invernal.
Las aguas que han llegado no solo al cementerio, sino también al estadio en la zona urbana, así como a muchos barrios, vienen de la zona del Pansegüita, que es un área rural que completa más de tres semanas de estar bajo las aguas.
'Estas aguas que están entrando a Sucre-Sucre son las mismas que se han desbordado del río Cauca y que han entrado al Magdalena y se han venido para acá. La cosa puede ser peor porque estamos en otra temporada de lluvias y en esta zona llueve permanentemente', sostiene Obman Campo, un líder y veedor ciudadano.
También cuestiona que muchos de los sectores inundados hoy son zonas en las que el Fondo Adaptación construyó viviendas para familias damnificadas por aquella ola invernal de hace 10 y 11 años.