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Los médicos de la Fundación María Reina de Sincelejo no pudieron hacer mayor cosa para salvar la vida de Carlos Alberto Ibáñez Mercado, de 26 años; Jesús David Díaz Monterroza, de 18, y José Carlos Arévalo Contreras, de 20, quienes fueron asesinados en confusos hechos tras ser detenidos el pasado 25 de julio en un retén de la Policía, en el caserío de Chochó, Sucre.

Los jóvenes, que fueron transportados con heridas de muerte en el platón de una camioneta de la Policía, arribaron inconscientes, sin respuesta a los estímulos y cubiertos de sangre en la cara y miembros inferiores. Fueron ingresados de manera inmediata al servicio de urgencias, pero no había nada que hacer: llegaron muertos.