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Fue un jueves especial, lleno de nostalgia y emociones para Arturo Luna, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación.

El funcionario sucreño volvió a su tierra natal, el humilde corregimiento Flor del Monte, del municipio de Ovejas, en la subregión de los Montes de María, donde los adultos mayores, jóvenes, niños, hombres y mujeres llenaron la plaza e hicieron una calle de honor para recibir a quien ahora es su hijo ilustre, el ejemplo a seguir y la muestra de que nada en la vida es imposible de alcanzar.

Todo en el marco de las fiestas del santo patrono San Roque.

A pesar de estar en casa, Luna Tapia se vio conmovido al ver tantas manifestaciones de cariño y aprecio que le fueron demostradas incluso por sus profesores de primaria que arribaron desde otras poblaciones de Sucre a acompañarlo, y a tomarse las fotos que harán parte de la historia de un pueblo que sirvió de escenario para la desmovilización de un grupo armado y cuyas armas fundidas permitieron la construcción de las campanas de la Iglesia del pueblo.

'La alegría, por este colorido y hermoso recibimiento en el que vuelvo a ver a mi familia y a mis amigos, es única', expresó el funcionario.

Sin embargo, el momento más especial para Luna lo vivió al lado de Virgilia Tapia, su mamá, quien fue de las más asombradas con todo lo que estaba ocurriendo en el pueblo en honor a uno de sus muchachos.