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Inundados, con hambre, sin producir y expuestos a enfermedades y a todo tipo de riesgos, entre ellos el de perder la vida, como ya ocurrió hace tres días con una menor, están los habitantes de la subregión Mojana a raíz de las lluvias de esta temporada y de las aguas desbordadas del río Cauca que siguen entrando por un boquete en Cara ‘e gato.

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Desde el lunes 6 de mayo, cuando las caudalosas aguas del Cauca se empezaron a filtrar por el dique carreteable que está en construcción en Cara ‘e gato, estas familias, no solo de Sucre, sino también de los departamentos de Bolívar y Córdoba, que conforman esta gran región, enfrentan muchos problemas, entre ellos la pérdida de sus enseres y animales porque las aguas les han inundado sus casas, sus parcelas y también los cultivos.

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Con el anuncio a principios de este 2024 del primer cierre del boquete que se abrió en agosto de 2021 los mojaneros se llenaron de muchas esperanzas aun en medio de sus necesidades y por eso reactivaron lo que más saben hacer: cultivar la tierra, pero con la nueva emergencia perdieron todo esfuerzo y, lo que es peor, se llenaron de deudas que ahora, aseguran ellos, son impagables.

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“Mire no tenemos los cultivos para nosotros vender y comer, mucho menos tenemos plata para pagarle al Banco Agrario. Estamos en la ruina y muy desesperados porque nadie nos ayuda a buscar soluciones. El Gobierno nacional en esta oportunidad ni comidas nos ha traído. Por ejemplo en esta comunidad nunca llegaron esas ollas comunitarias ni comidas calientes, ni fría, ni en bolsas ni en cajas, en nada”, dice Manira Ocampo, una habitante de la zona rural de Majagual que se llama Santa Elena.