En el corregimiento Loma Alta del municipio de Betulia, en Sucre, se produjo la sepultura digna de uno de sus nativos quien desapareció hace 25 años cuando salió a trabajar.
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La confesión de un exparamilitar ante un tribunal de Justicia y Paz permitió establecer que ese desaparecido, llamado Jorge Eliécer Robles Reales y que para la época de los hechos tenía 19 años y se dedicaba a las labores del campo, había sido asesinado y de paso entregó las coordenadas del sitio en el que estaba sepultado, una hacienda en San Onofre.
Con esa información la Fiscalía empezó la búsqueda y reconocimiento del cuerpo, para lo que necesitó el cotejo con una prueba de ADN realizada a su mamá y a su hermana Yarley del Carmen. Esta última y dos hermanos más fueron los encargados de la sepultura porque su mamá, como muchos casos en Colombia, y en especial en Sucre, falleció sin saber de su hijo.
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Estela Robles recordó a su hermano Jorge Eliécer, a quien llamaba cariñosamente como El Negro, como “amable, cariñoso y muy formal. Nunca se le escuchaba una mala palabra, un mal gesto. Era noble, especialmente con mi mamá”.
La entrega del cuerpo la realizó la Fiscalía en el auditorio de la Seccional Sucre.
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