Juana Perea Amud, la maestra que convivió más de 12 años con el rector Armando Rivero Manjarrez y que es una de las personas privadas de la libertad por su crimen, espera que el 25 de octubre la juez Cuarto Penal Municipal de Sincelejo acoja los pedidos de su defensor y de la Procuraduría y le otorgue la libertad inmediata.
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Durante la sustentación de la Procuraduría Judicial y de la defensa de Juana Perea sobre la medida de aseguramiento intramural que la Fiscalía Segunda Especializada de Sincelejo pidió para ella por ser presuntamente responsable del delito de desaparición forzada, estos indicaron que ese punible en este hecho ni siquiera se presentó “porque no se desaparece un cadáver sino a una persona”, por lo que el ente investigador-acusador le habría imputado un delito inexistente.
No se mostró de acuerdo el procurador con el dicho de la Fiscalía y de los miembros de Policía Judicial sobre el movimiento coincidente de las líneas telefónicas de Juana y del otro celular del que la llamaron a decirle donde estaba el cadáver el domingo 14 de julio. “Se habló de una cercanía, pero no se vincula de forma directa a ella”.
Además su defensor, el abogado Samir Gallo, le rebatió a la Fiscalía, con sus mismas pruebas aportadas al proceso, la inocencia de la docente Juana Perea, intervención que se prolongó por cerca de 4 horas en la que mostraron videos de cámaras de seguridad que denotan los movimientos de ella el día de los hechos y posteriores a los mismos. Nunca, dijo el defensor, la docente que lleva más de 30 años en el magisterio y que es además víctima de desplazamiento, se prestó para atentar con quien era su amado Armando Rivero y para ello mostró fotografías de momentos felices compartidos en los más de 12 años de convivencia y trabajo juntos en un colegio de Ovejas, y de la búsqueda que emprendió esta al no tener noticias de él y las veces en las que rindió entrevista y declaración jurada ante la Fiscalía.
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Aclaró el defensor que tampoco era interés de Juana Perea quedarse o apropiarse de los bienes de Armando Rivero Manjarrez y una muestra de ello es que, sin saber que ella iba a ser capturada posteriormente con su hijo Yofran por estos hechos, acordó con los familiares de la víctima, concretamente con sus tres hermanos, la entrega de la mitad de los bienes de este. Es así que el 1° de agosto del año en curso en la Notaría Tercera de Sincelejo realizaron dicha distribución, quedando en poder de los hermanos de Armando tres apartamentos. Esto, en criterio del defensor, denota el buen talante de persona y mujer de Juana Perea y desvirtúa, que de su parte existiera el móvil económico para atentar contra la vida de este dado que ella cuando comenzó una relación con él ya tenía muchas propiedades, entre esas casas y lotes.
