En el marco de un evento en el que se oficializó la restitución de 2.400 hectáreas del complejo cenagoso de Machado, ubicado en la subregión del San Jorge, Sucre, el presidente Gustavo Petro habló de los retos que enfrentará su administración en el año entrante.
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En medio de su discurso, el primer mandatario aseguró que su gran legado será la tierra y reiteró la necesidad histórica de una reforma agraria en Colombia, similar a las implementadas en países como Estados Unidos y Europa. Una transformación que, para el jefe de Estado, es esencial para el desarrollo del país.
En este mismo orden de ideas, Petro enfatizó en que el éxito de su Gobierno dependerá de la capacidad de avanzar en la reforma rural. Sin embargo, advirtió que el próximo año será crucial no solo por los retos relacionados con la tierra, sino también por los desafíos políticos y sociales que enfrentará su administración.
“El próximo año será definitivo. Será la prueba de si este Gobierno es el cambio o no. (...) Tenemos que duplicar el esfuerzo. Si llegamos a 300.000 hectáreas hay que volverlas 600.000″, afirmó el presidente.
La restitución de las tierras del complejo cenagoso, conformado por las ciénagas Machado, Molinos, Pitalito, Los Ponches, Calle Larga y Don Antonio, representa la solución a un conflicto agrario que se ha extendido por más de cuatro décadas. Según la Agencia Nacional de Tierras, este acto pone fin a las disputas sobre la tenencia de estos predios.
Además, el Gobierno asumió el compromiso de recuperar los cuerpos de agua afectados históricamente por actividades ganaderas. Como parte de esta estrategia, se inició un proceso de reglamentación para definir el uso de la ciénaga en beneficio de la comunidad campesina y pesquera.
El jefe de Estado también instó al Ejército Nacional y a la Policía a evitar la ocupación irregular de tierras que pertenecen a la Nación, las cuales tienen como propósito ser destinadas a la reforma rural.
Esta solicitud del primer mandatario se enmarca en los compromisos adquiridos por el Gobierno tras el acuerdo de paz, el cual considera que aún enfrenta desafíos para su plena implementación.
Habló de un plan para sacarlo del poder
En medio de su intervención, el jefe de Estado volvió a referirse a un supuesto plan que, supuestamente, se gesta desde el interior del Gobierno para sacarlo del poder. Sin mencionar nombres directamente, Petro hizo referencias a posibles maniobras políticas para interrumpir su mandato y apartarlo del cargo mediante mecanismos institucionales.
“También el otro año vamos a intentar, no cómo nos reelegimos, sino cómo nos sacan a gorrazos del Palacio de Nariño. La clase política de esta región se reúne para ver cómo, a través de la comisión de acusaciones, ya algunos de sus miembros votaron en contra de la ley de financiamiento, nos sacan (sic)”, expresó el mandatario.
En este mismo sentido, Petro convocó a la comunidad campesina de la región para que se mantenga alerta frente a los retos políticos que pueda enfrentar su administración. Propuso que, de ser necesario, se organicen movilizaciones masivas para defender los principios de la Constitución y las leyes.
“La gran marcha campesina de 1971 es un ejemplo de la fuerza del movimiento agrario en Colombia. Si se atenta contra este Gobierno, es necesario que una movilización similar llegue a Bogotá”, manifestó el mandatario.
