Las autoridades adelantaron un comando situacional para analizar los últimos acontecimientos delictivos en la ciudad.
El área donde se registra la situación está acordonada por el Ejército Nacional, a la espera de unidades de antiexplosivos de la Policía Nacional, para desactivar de manera controlada el artefacto.
El tiempo en el cargo corresponde al periodo 2024-2027.
Las autoridades locales piden aumento del pie de fuerza, argumentan que hay un policía por cada 2.503 habitantes.
A un mes del asesinato, los feligreses de la congregación cristiana decidieron retomar las actividades.