Las autoridades deben poner en cintura una actividad que desangra los intereses del sistema de salud colombiano ya que, al no estar reglamentada, evade el pago de impuestos.
Uno de estos puestos genera entre $400.000 a $4 millones diarios. A pesar de los constantes operativos de la Policía, estos juegos no regulados continúan funcionando en varios sectores del departamento.