Las infecciones de E. faecium, resistentes a los medicamentos, pueden transmitirse a través de catéteres, ventiladores o vías centrales en un entorno de atención médica.
También fueron retirados productos de panadería industrial fabricados con esos huevos contaminados.
Exponer este horror en una vitrina es un desafío, puesto que se trata de 'un material extremadamente peligroso, rebosante de bacterias', según informó el responsable del museo.
El accidente ocurrió el 3 de octubre en Santa Marta. La hija de la víctima asegura que su madre contrajo una baceteria, lo que complicó su estado de salud y le ocasionó la muerte.