La vuelta a la mar de los balleneros para cazar cetáceos para el consumo se produce tras la decisión del gobierno de abandonar la Comisión Ballenera Internacional (CBI) hace seis meses.
Los arenques, su alimento, se han movido al norte. Podría desencadenar una catástrofe ecológica, dicen los expertos.
Además de los vasos y las bolsas, en el estómago del animal se hallaron chancletas y tiras de toldo.
El hecho se dio en una playa de Haan, en Bélgica.