Más de 200 personas murieron y 6.500 resultaron heridas tras el suceso.
El hecho no dejó pérdidas humanas, aunque al menos dos bomberos se desmayaron por el humo inhalado.
Precisaron que la respiración que habían detectado, era la de otros rescatistas que había en ese momento dentro de un edificio.
Rescatistas indicaron que, en caso de que hubiera un cuerpo con vida, sería el de un bebé 'por la forma' en la que se encuentra.
La tragedia también ha cobrado ya los dos primeros cargos del Gobierno del Líbano.