La mandataria decretó la calamidad pública por los daños que causaron las lluvias del sábado. La Gobernación atendió emergencias en cinco municipios del departamento.
La determinación fue a causa de los efectos sociales y daños graves de infraestructura vial. La administración local hizo un llamado al Ministerio del Interior, la Ungrd y la Gobernación de Atlántico para que brinden las ayudas pertinentes.
Los equipos de atención inmediata quedaron activos para atender los llamados de la comunidad.
Las autoridades acordaron realizar monitoreo permanente y continuar con los trabajos preventivos de reforzamiento en puntos críticos del río Sinú.
El Consejo Distrital de Gestión de Riesgos de Desastres aprobó un Plan de Acción Específico para hacer frente a la emergencia por rebosamientos de aguas residuales.