El hecho ocurrió un día después de acción de gracias en Sherman, Nueva York, Estados Unidos.
El animal se había convertido en símbolo de la lucha contra la caza furtiva en Sudáfrica.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, más de 5 mil especies están ‘en peligro’ de extinción.
De esta manera Japón retoma su programa de captura de ballenas, interrumpido en 2014 tras el fallo vinculante de la Corte Internacional de Justicia.