El Judicial rememora los momentos de pánico vividos por más de 300 personas que, en una noche de septiembre de la década de los 80, bailaban al son del picó El Rojo.
Las pruebas clínicas indican que la conductora estaba en estado de embriaguez grado 3 al momento del choque.
Las tareas de rescate de los cuerpos de los seis fallecidos, todos ellos de origen latinoamericano, se suspendieron por las condiciones climáticas.
Formaban parte de un grupo de ocho trabajadores que se encontraban reparando el asfalto sobre el puente en el momento del siniestro.
Los reportes iniciales indican que una supuesta imprudencia de un conductor de moto provocó la colisión contra otra motocicleta que no pudo evitar irse de frente con el medio de transporte.