Las conversaciones en busca de salidas a la grave crisis política y económica venezolana, que comenzaron en Noruega y se trasladaron posteriormente a Barbados, están congeladas desde el 7 de agosto por decisión del oficialismo.
La afirmación la hizo después de un recorrido por la zona de frontera en Paragachón con el director de Migración Colombia y autoridades locales.
Es una situación que se ha vuelto común. Uno de cada cuatro migrantes se despide de algún hijo, según cálculos de la ONG Cecodap hasta 2018.
Dos refugios para indígenas en Roraima albergan a 1.025 personas de diversas etnias y otros dos en Amazonas, a 754 waraos. Pero decenas de indígenas duermen en las calles y han comenzado a instalarse en espacios públicos del vecino estado de Pará.
Más de 3,3 millones de venezolanos han abandonado su país por la crisis desde 2016, según la ONU.